lunes, 20 de septiembre de 2010

Precalentamiento. Indispensable.

"Hola mundo", que diría más de un compañero de trabajo, o de destrabajo. Aquí comienza lo que va a ser una experiencia simple de explicar, pero no por ello fácil de contar.

El día 1 de Octubre aterrizaré en Amsterdam, y me reuniré con dos personas a las que aún no conozco, pero a las que sí puedo poner cara. Mis futuros compañeros de edificio durante este año habrán aterrizado en el mismo aeropuerto, a la mima hora, y cada uno habrá llegado desde una punta del país. Si juntásemos las 3 ciudades de las que cada uno saldremos, dibujaríamos un triángulo sobre el mapa. Pronto alguien empezaría a trazar más líneas, y tendríamos un problema de fronteras, así que quedemonos en Amsterdam, viernes 1 de Octubre, alrededor de la hora de la sobremesa. Ese será el día en que suene el pistoletazo de salida.



He tenido muy buena suerte. Llegar a un lugar nuevo con dos días y medio libres por delante es algo digno de reyes, pero ya que mi destino es domicilio de monarcas...

Hay quien pasearía infinitamente entre luces y sombras, y hay quien no saldría de bares y tabernas. ¿Yo? Creo que yo me dejaré hacer por la ciudad, y que sea ella la que dicte.

5 comentarios:

  1. Más te vale actualizar y tenernos a todos informados de lo que haces allí, ya que te vas a darnos envidia a los que nos quedamos en nuestros putos pueblos. Decirte que disfrutes de la experiencia sería una obviedad así que me la salto. Un besote!

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  2. no salgas de bares y tabernas!! bares y tabernas!!

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  3. Si encuentras un Maloney's o similar por allí, hazte un hueco en la barra!

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  4. Joder tio, me gusta cómo escribes! Te ficho en mi lista de frecuentes.

    Un abrazo!

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